Acción de investigación de paternidad
El Derecho en general, y en particular el derecho de familia, implica el estudio de temas apasionantes por su grado de complejidad técnica, ética y filosófica. La investigación de paternidad es una de las acciones que ha avanzado en el perfeccionamiento de su metodología y exactitud de resultados, debido al avance científico que actualmente permite otorgar mayor certeza en las relaciones de parentesco y filiación.
“El ejercicio de las acciones investigatorias de paternidad va encaminado a indagar los orígenes genéticos, como una vertiente tutelada del derecho a la identidad y si en un procedimiento de esa naturaleza se acredita la filiación entre la menor de edad y la persona a la que se le atribuye la paternidad, tendrá la consecuencia de que se dicte una sentencia en la que se declare la existencia de la filiación entre las partes y que se reconozcan los derechos de aquélla que surjan del reconocimiento de ese vínculo, como el derecho a la salud, los relativos a los alimentos, la convivencia y, en su caso, con la calidad de hijo, tener derecho a la herencia, si es que no hay testamento que lo excluya, o bien, en la sucesión intestamentaria tener constituida su calidad de heredero y ejercer la acción de petición de herencia o, en su caso, denunciar el juicio sucesorio o que se le reconozca el derecho a los alimentos, etcétera”1 .
Existen varias vías de reconocimiento:
- presunción de paternidad, es decir el que corresponde al hijo de mujer casada o en concubinato, en donde el menor se presume hijo del marido o del concubinario, y basta con que la madre, presentando la copia del registro de matrimonio o acreditando el concubinato, obtenga el registro de nacimiento con la anotación del nombre de los padres del menor.
- reconocimiento voluntario, que se da cuando el padre de manera autónoma reconoce como su hijo al menor, lo cual puede realizar en el primer registro de nacimiento del menor, o posteriormente, mediante una escritura pública, entre otras formas.
- reconocimiento judicial, previo proceso que culmina con una sentencia de declaratoria de paternidad, sí la prueba genética arroja un resultado es positivo.
La prueba genética molecular es la principal y más eficiente para disipar cualquier duda que exista sobre el parentesco. El demandado puede asumir dos conductas durante el procedimiento:
- la primera es que proporcione voluntariamente sus muestras orgánicas para que el genetista verifique si los marcadores del presunto padre coinciden con los marcadores del presunto hijo;
- y la segunda, más común, es que se niegue a proporcionar dichas muestras, pues el supuesto padre queda en libertad de someterse a la práctica de la pericial. En este caso, debe asumir las consecuencias jurídicas que conllevan a la negativa de entregar las muestras. Ahora bien, con esta conducta el demandando retrasa y obstaculiza que se rinda el peritaje, por lo que, para vencer esa dificultad, es adecuado que la autoridad judicial aplique las medidas cautelares pertinentes, y si a pesar de ello no lograra vencer su negativa, operará la presunción legal del parentesco, que está contenida en el artículo 382 del Código Civil para la Ciudad de México.
El plazo para demandar la investigación de paternidad no se limita estrictamente a un tiempo específico, pues de puede solicitar incluso después de fallecido el presunto padre. Aunque para que la investigación de paternidad tenga efectos patrimoniales, es decir, derechos de herencia, deben atenderse reglas técnicas específicas que no abordaremos en este texto, por razones de espacio.
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